Bulldozer

While on the surface it may seem like merely a fun and lighthearted film, Bulldozer proves to be one of the most raw and genuine depictions of mental illness I’ve seen through its showcase of direct impacts on the protagonist’s life and interrelationships. 

Written by and starring Joanna Leeds as Jo, a story about a woman spiralling after discovering her boyfriend’s infidelity comes alive while perfectly balancing the genres of drama and comedy – the focus on the latter serving to remind the viewer that they’re not alone, and that film and laughter are both healthy coping mechanisms.

How to Translate a Miracle

With vibrant colours and stunning cinematography that probably has Wes Anderson quaking in his boots, writer-director Andrea Vinciguerra transports us to a reimagined version of 90s Palermo (Sicily), where a Japanese tourist named Yoko (Ryoka Neya)’s search for her missing dog presents a simultaneous culture clash and fusion we don’t often see in film. 

Accurately portraying the despair of searching for help in a foreign country where one does not speak the language in a comical light, the film reminds us that life is quite absurd, and you might as well just roll with it.


Traducción al español

Bulldozer

Aunque a primera vista pueda parecer una película meramente divertida y feliz, Bulldozer es una de las representaciones más realistas y genuinas de una protagonista tratando de navegar su salud mental que he visto, mostrando el impacto directo que esto tiene en su vida y relaciones interpersonales.

Escrita por Joanna Leeds, a la par que interpreta el papel de Jo, se nos ofrece la historia de una mujer que se desmorona tras descubrir la infidelidad de su novio y que encuentra un equilibrio perfecto entre el drama y la comedia. El enfoque en esta última sirve también para recordar al espectador que no está solo y que tanto el cine como las risas son buenos remedios ante la depresión.

How to Translate a Miracle

A través de colores vibrantes y una cinematografía deslumbrante que seguramente haga a Wes Anderson temblar de miedo, guionista y directora Andrea Vinciguerra nos transporta a un Palermo (Sicilia) de los años 90 reimaginado, donde una turista japonesa llamada Yoko (Ryoka Neya) busca a su perro perdido en lo que resulta ser un un choque y una fusión cultural simultáneos que no se suele ver en el mundo del cine.

Retratando a través de la comedia la desesperación de buscar ayuda en un país extranjero donde no se habla el idioma, la película nos recuerda que la vida es bastante absurda, y por lo tanto no queda otra que dejarse llevar por la corriente.

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